LinkedIn – Victoria Magro, Directora de desarrollo Corporativo de Estudio de Comunicación
Todos lo hemos oído o leído: la tecnología ha sido capaz de rescatar la voz de John Lennon de una añosa y doméstica grabación. Ha sido Paul McCartney. Y no lo ha hecho solo rebuscando en los viejos cajones sino con ayuda de la Inteligencia Artificial. Se producirá y publicará a finales de año: la última canción de The Beatles.
Sin duda, esto es un paso agigantado en el mundo de la tecnología que no solo en el ámbito de la música sino en muchos otros, demuestra el potencial que puede llegar a tener y, como todos los avances disruptivos, provoca dudas, miedos y debates, hasta el punto de que el propio Parlamento Europeo ha tenido que pronunciarse sobre ello. Así, el 14 de este mes de junio, ha aprobado por amplia mayoría negociar la primera Ley de Inteligencia Artificial (IA) del mundo, lo que va a permitir que se puedan comenzar de inmediato las discusiones con los Estados de la UE y la Comisión. Esta ley busca asegurar que la inteligencia artificial utilizada en Europa respete los derechos, libertades y valores de los diversos tratados europeos y aplicada a los distintos ámbitos.
Instituciones, organismos, empresas y, en general, los diversos sectores de actividad tendrán que conocer la legislación al respecto y saber cómo aplicarla para tener en cuenta, además, lo que pueden ser fortalezas o debilidades. Por ejemplo, en lo concerniente al ámbito laboral, el presidente en España de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales), Antonio Garamendi, ha afirmado en el encuentro Global Trends 2023 que «no le preocupa el impacto que puede tener la Inteligencia Artificial sobre el empleo, pues, aunque destruirá puestos de trabajo en algunos sitios, los creará en otros”.
¿Y cómo afectarán las nuevas tecnologías al periodismo; ¿cómo pueden ayudar a que sea más eficiente sin sustituir a la inspiración, la creatividad, al análisis, o la estrategia…?
Un informe del Instituto de Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford sobre periodismo, medios y tendencias y predicciones destaca que la utilidad de la Inteligencia Artificial se centra, sobre todo, en recomendar buenos contenidos, preferencias de los usuarios y lectores recomendando el formato, el tiempo y la frecuencia ideal para su publicación.
Efectivamente, un ansiado objetivo es el de conocer mejor a nuestro ‘cliente’ como son los lectores, que esperan los contenidos e informaciones sobre temas que les interesan más, hasta el punto de poder generar ’patrones’ para tenerlos contentos y, por supuesto, incrementar la fidelidad y las suscripciones. También se utilizan para detectar primicias y noticias de última hora, generalmente por palabras clave, y también para agudizar el olfato frente a las fake news. Ya hoy en día, la IA se utiliza en algunas redacciones de periódicos y, a través de bots, se publican de actualidad inmediata, como las de bolsa, deportes, etc.…
Lo cierto es que el sector de la comunicación tiene que estar atento a estas últimas tendencias tecnológicas, que podrían suponer -al igual que lo fue internet en su momento- una revolución en nuestra profesión. Ya contamos con buscadores personalizados, con interfaces en los móviles y conversiones de voz, con algoritmos de aprendizaje automático para escribir historias, y hasta con la posibilidad de recopilar información en bruto y convertirla en una redacción al más puro estilo periodístico… cómo la herramienta de IA que utiliza Getty Images que te ‘recomienda’ la mejor foto para ilustrar una noticia y así rentabiliza el tiempo del editor.
Se abre un debate ético sobre los riesgos que esta tecnología, que avanza de forma trepidante, puede desatar. La pregunta es la de siempre ¿hay que cerrar puertas al progreso? En mi opinión, no se deben hipotecar los avances por sentir miedo. La mente humana y la sabiduría debe prevalecer. La cuestión está en legislarlos debidamente, en dominarlos e integrarlos a nuestro saber hacer. Es decir, en poner la Inteligencia al servicio de la comunicación.
Por Victoria Magro, Directora de Desarrollo Corporativo en Estudio de Comunicación
