En el emocionante y siempre evolutivo mundo de la Inteligencia Artificial, dos gigantes compiten por la atención y preferencia de los usuarios: ChatGPT de OpenAI y Bard de Google, dos herramientas sorprendentes que están cambiando la manera en que interactuamos con la tecnología.
ChatGPT: Conversaciones fluidas y conocimiento extenso
ChatGPT, desarrollado por OpenAI, es conocido por su habilidad para mantener conversaciones naturales y fluidas con los usuarios. Es una Inteligencia Artificial generativa, es decir, pensada para producir. Es por ello que crea textos de todo tipo como respuesta a las solicitudes de los usuarios: desde resúmenes sobre un tema hasta escritura creativa. Además, ChatGPT es capaz de recordar lo que ha conversado anteriormente con el usuario reteniendo hasta tres mil palabras previas. Sin embargo, solo dispone de información actualizada hasta 2021.
Bard: Creatividad y comprensión contextual
Por otro lado, tenemos a Bard, el contendiente de Google, que funciona a partir de su modelo de lenguaje experimental LaMDA. Bard está diseñada alrededor del ejercicio de búsqueda en línea, por eso admite preguntas que usen lenguaje natural en vez de consultas enfocadas en palabras clave. Así mismo, Bard genera varias versiones de respuesta para que el usuario elija la que considere mejor y, a diferencia de ChatGPT, sí dispone de información actualizada proveniente de Google.
Cada vez más, las empresas están incorporando herramientas de conversación y asistencia impulsadas por IA en su día a día. Esta tendencia demuestra cómo la tecnología está adaptándose para satisfacer nuestras necesidades y preferencias tanto a nivel personal como profesional. Desde asistentes virtuales en el servicio al cliente hasta compañeros de aprendizaje personalizados, la Inteligencia Artificial está cambiando diversas industrias.
La batalla entre ChatGPT y Bard es una prueba del rápido avance de la Inteligencia Artificial y su capacidad para transformar la forma en que interactuamos con la tecnología. Cada herramienta tiene sus propias fortalezas y debilidades, y determinar cuál de las dos se posiciona como favorita dependerá de cómo los usuarios desean aplicar la IA en sus vidas.
En este duelo de titanes, los usuarios son los verdaderos ganadores, ya que tienen acceso a distintas herramientas que no solo simplifican tareas, sino que también enriquecen nuestras interacciones digitales. A medida que la Inteligencia Artificial sigua evolucionando, quién sabe qué maravillas nos depara en el futuro.
Beatriz Hurtado Vaquerizo, Consultora en Estudio de Comunicación