A la hora de asesorar a nuestros clientes, en muchos casos, los cambios legislativos son fundamentales ya que impactan directamente en la actividad de empresas e instituciones. Por ello, es importante conocer cómo se desarrolla el proceso legislativo en España, estar preparados ante posibles cambios y nuevas leyes y saber cuándo una empresa puede ser un actor relevante en este proceso. En este post, te lo explicamos en cinco pasos.
Nueva iniciativa legislativa
El proceso comienza con una iniciativa legislativa, es decir, la propuesta de una nueva ley o la modificación de una ley existente. Esta iniciativa pueden hacerla:
- El Gobierno: a través de los Ministerios, el Ejecutivo elabora anteproyectos de ley que se aprueban en el Consejo de Ministros y que luego se presentan al Congreso de los Diputados, como proyectos de ley donde continúa su tramitación. El Gobierno es quien más iniciativas legislativas pone en marcha.
- Los Grupos Parlamentarios: los partidos políticos, que están presentes en las Cortes a través de los Grupos Parlamentarios, pueden también proponer leyes. Éstas suelen estar recogidas en los programas electorales que presentan a las elecciones.
- Las Cámaras: el Congreso de los Diputados y el Senado también pueden presentar iniciativas legislativas, aunque suele ser menos común.
- La ciudadanía: a través de la iniciativa popular, un grupo de ciudadanos puede presentar proposiciones de ley. Para ello, deben presentar al menos 500.000 firmas acreditadas. Se trata de un proceso complejo y que no suele llevarse a cabo muy a menudo.
Así, si queremos impulsar una nueva normativa o que se modifique algún apartado de la legislación vigente para una empresa será importante detectar cuál de los anteriores interlocutores será el más adecuado para conseguirlo.
Tramitación en el Congreso de los Diputados
Una vez presentada la iniciativa legislativa por alguno de los actores anteriores, el proyecto de ley se tramita en el Congreso de los Diputados, en varias fases:
a) Debate en Comisión
El proyecto de ley pasa a la comisión parlamentaria en el Congreso del sector o área al que pertenezca la Ley. Por ejemplo, si se trata de una Ley del ámbito sanitario se debatirá en la Comisión de Sanidad. En este espacio, los diputados/as que pertenecen a la comisión se encargarán de analizar el contenido de la ley y hacer enmiendas (modificaciones o adicciones al texto original).
A la hora de elaborar estas enmiendas los grupos parlamentarios pueden escuchar a diferentes actores como empresas u organizaciones que se vean afectados por la ley para recoger sus demandas. Por ello, será clave que hagamos un seguimiento de la tramitación de la ley en el Congreso para conocer su evolución, enmiendas o proponer cambios.
b) Debate en Pleno
Una vez que la comisión ha aprobado el proyecto de ley con las modificaciones pertinentes, el texto se lleva al pleno del Congreso de los Diputados. En esta sesión, todos los diputados debaten sobre el proyecto de ley. Durante el debate, se pueden proponer nuevas enmiendas y se realiza una votación.
c) Aprobación en el Congreso
Si el proyecto de ley es aprobado por mayoría en el Congreso de los Diputados (en la mayoría de los casos se necesita mayoría simple), se envía al Senado para su revisión. Si el proyecto no es aprobado en el Congreso, queda rechazado y se devuelve a quien haya elaborado la proposición de ley.
Tramitación en el Senado
El Senado tiene un papel de revisión y control, aunque en la práctica su poder es más limitado que el del Congreso. Una vez que el proyecto de ley llega al Senado, se pueden dar dos situaciones:
a) Revisión y modificación
El Senado puede aceptar el proyecto de ley tal como está o proponer enmiendas y modificaciones al texto. Si el Senado realiza cambios significativos, el proyecto regresa al Congreso de los Diputados para que este los apruebe o los rechace.
También será fundamental que hagamos seguimiento de su tramitación en esta Cámara para valorar si presentar alguna enmienda a través de los Grupos Parlamentarios.
b) Veto del Senado
En ocasiones, el Senado puede vetar el proyecto de ley, es decir, puede rechazarlo completamente. Sin embargo, este veto no es definitivo. El Congreso puede a su vez, si lo considera, insistir en la ley y aprobarla de nuevo en esa Cámara por mayoría absoluta, incluso en contra del veto del Senado.
Aprobación final y sanción de la Ley
Una vez que ambas Cámaras (Congreso y Senado) han llegado a un acuerdo sobre el texto definitivo del proyecto de ley, éste se remite a SM el Rey para su sanción, que consiste en firmarla. Se trata de un mero trámite simbólico que no implica consecuencias políticas ni cambios a dicha ley.
Tras la sanción, la ley se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE), lo que marca su entrada en vigor. En algunos casos, se especifica una fecha concreta para su entrada en vigor o se señala que estará vigente a partir del día siguiente a su publicación en el BOE.
Entrada en vigor y aplicación de la Ley
Una vez publicada la ley en el BOE, la nueva legislación entra en vigor y debe ser aplicada por todas las instituciones, empresas y ciudadanos del país. Llegados a este punto, por supuesto, tendremos que analizar, asesorar y tener en cuenta cómo afecta la nueva legislación a la empresa para adecuar la estrategia a ello.
Por María Delgado, consultora sénior en Estudio de Comunicación.