Hace poco leía un artículo sobre la importancia del “salario emocional”, refiriéndose a las ventajas (y la rentabilidad) de mantener a la plantilla motivada y feliz en su puesto de trabajo. Un tipo de salario que tradicionalmente se ha llamado calidad de vida laboral y que pulsa anualmente el instituto “Great Place to Work” al elaborar el ranking de las 50 mejores empresas para trabajar. Este año, Vodafone, Louis Vuitton y Cisco se han “colado” entre sus primeros puestos por su firme apuesta por mejorar sus respectivos entornos laborales. El informe constata que entre las 50 compañías de esta lista crearon más de 2.000 puestos de trabajo durante 2009, invirtieron más de 1.500.000 millones de horas en formación y el 65 por ciento de sus vacantes las cubrieron por promoción interna. Y un dato sorprendente: registraron un crecimiento medio de casi el 5 por ciento a lo largo del pasado ejercicio. Entonces… ¿Existe el salario emocional? A las pruebas me remito.
Pero ahora la duda que se nos plantea es: ¿Cómo mejorarlo? Para ello, aconsejo la lectura del estudio Comunicación Interna vista por los trabajadores, elaborado por el diario Negocio y Estudio de Comunicación, en el que los empleados toman la palabra.