Hay fotografías que en sí mismas son toda una noticia o un mensaje. Cuando hace unos días vi la foto de los 16.000 delegados o liberados sindicales reunidos en la plaza de Vistalegre, procedentes de toda España, mientra yo llevaba trabajando muchas horas para dar servicio a un cliente, pensé que la campaña de Esperanza Aguirre contra los liberados sindicales acababa de encontrar la mejor foto publicitaria.
Vivimos una crisis muy dura y hacen daño a la vista fotos como ésta. El mensaje que percibe la sociedad, los que trabajamos, es muy difícil de asimilar. Los sindicatos tienen un problema, sobre todo las cúpulas de los sindicatos, porque la sociedad se esta dando cuenta -en épocas de abundancia todo pasaba inadvertido- de que este montaje no es sostenible, al igual que no lo es el de los miles de funcionarios públicos duplicados y triplicados en las administraciones central, autonómica y local de este país. Es hora de trabajar, también los que se llaman «trabajadores». Y los sindicatos no tienen un problema de imagen, tienen un problema de realidad, porque se les esta viendo el plumero.