Hace tiempo que muchos corredores están preparados, listos para empezar a correr, pero nadie dice ¡ya! y da el pistoletazo de salida. Eso es lo que, aparentemente, les está pasando a multitud de directores de comunicación en Europa respecto a la carrera de sus organizaciones en el mundo de la comunicación con las comunidades online y la web 2.0 en general.
Según el European Communication Monitor de 2012 en el que participan 2.185 profesionales de la gestión de la comunicación y las relaciones públicas de 42 países, más del 75% de los entrevistados considera que la comunicación con las redes sociales es un factor de importancia crucial para sus organizaciones. Sin embargo, son menos del 56% los que afirman que las empresas donde trabajan tienen una política activa en las redes o han empezado al menos a dar los primeros pasos en esa dirección. Los profesionales de la comunicación saben cuál es el camino, pero las empresas no se deciden a emprenderlo.
En el monitor correspondiente al año pasado se puede comprobar que la evolución de la realidad está por detrás de las expectativas que manifestaban los entrevistados en 2011 y parece ser que la lenta velocidad de despegue obedece, de forma importante, a la falta de conocimientos y hábitos de uso del personal de las compañías en el campo de las redes sociales. Por supuesto, esa falta de conocimientos no es lineal, en general, a más edad menos conocimientos y viceversa. Y esto tiene un efecto perverso: los líderes naturales de las organizaciones no pueden liderar la senda de esta revolución. La revolución está descabezada y por eso le cuesta arrancar.
Por todas las circunstancias que concurren, estoy convencido de que la introducción de las redes sociales en los hábitos comunicativos de las organizaciones es una tarea que tienen que liderar los departamentos de comunicación y van a necesitar mucho empuje, mucho apoyo de empresas de consultoría y mucha formación. No es un camino fácil, sin embargo, todos los profesionales estamos convencidos de que el resultado va a ser positivo y el éxito aguarda a quienes consigan emprender la carrera mientras otros aún esperan la salida. Una vez más se confirma la verdad del lema que ha regido tantos afanes, per aspera ad astra.
Por J. Alberto Mariñas, socio. Estudio de Comunicación.
@amarinas