La importancia de mantener una formación profesional continua, es algo que nadie discute. Esta premisa tiene especial relevancia para el periodismo y la comunicación, máxime en una época tan difícil para los Medios y los profesionales como la actual, en la que el tiempo y los recursos que se destina a ello son muy limitados.
Y sin embargo, la enorme diversidad de temas que asaltan las páginas de nuestros periódicos, o las numerosas tertulias radiofónicas o televisivas hacen que la formación sea una asignatura imprescindible para los informadores. Y no sólo me refiero a los profesionales que escriben o hablan en un medio, sino para todo aquel que tiene responsabilidad en la Comunicación.
Los beneficios de una información de calidad son enormes para una sociedad desarrollada. Por eso, la responsabilidad de una adecuada formación de los profesionales de la comunicación, en parte, es responsabilidad de todos. En primer lugar del propio periodista, que debe tener el interés necesario para formase profesionalmente en el campo en el que está especializado o sobre temas que por su naturaleza, le pueden resultar de interés en el desempeño de su trabajo. En segundo lugar, de las empresas periodísticas que deben destinar suficientes recursos para poder ofrecer la formación necesaria a sus trabajadores, y, por último, del conjunto de la sociedad que debemos demandar cada vez mejor información. Más real, veraz y sólida.
Esta idea de contribuir a la formación, ha llevado a Estudio de Comunicación a ofrecer jornadas formativas para periodistas, en colaboración con despachos de abogados u otros consultores. Hemos realizado programas de formación sobre asuntos como la Reforma laboral, el MAB, las OPAS, etc.
Una actividad enriquecedora para todas las partes que pretende mejorar la calidad de la información.
Por Alejandro de Antonio, consultor sénior de ESTUDIO DE COMUNICACIÓN España.