Ahora que, por fortuna, el ébola ha dejado de ser portada en los Medios de Comunicación conviene destacar la historia de éxito del doctor Faisal Shuaib. Este epidemiólogo, doctorado en Salud Pública en la Universidad de Alabama, ha coordinado en Nigeria la lucha contra esta pandemia y fue capaz de contener la expansión del virus en la ciudad de Lagos, que cuenta con 21 millones de habitantes, casi la población de toda Guinea, Liberia y Sierra Leona juntas, con un presupuesto restringido aportado en parte por la Fundación Bill y Melinda Gates.
Para ello, el responsable del Centro Operacional de Emergencia para el Ébola contó con el apoyo de la Comunicación, que ha demostrado su efectividad a la hora de ayudar a trasformar su estrategia en “una extraordinaria historia de éxito”, como la calificó en su día la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
El doctor Shuaib, que ya contaba con experiencia previa en la lucha contra la poliomielitis, replicó un plan de acción para frenar el ébola que incluía la realización, puerta a puerta, de un total de 18.500 entrevistas realizadas por un equipo de colaboradores sanitarios y encuestadores formado por más de 1.800 trabajadores.
La receta aplicada no supuso los tradicionales cierres de fronteras o la declaración de zonas en cuarentena, como hicieron con escasa efectividad los países vecinos, ya que en su opinión crean pánico y dificultan el rastreo de los contagios. Sin embargo, una de las claves de su éxito residió en que se realizaron ímprobos esfuerzos en la comunicación de la enfermedad.
De hecho, el doctor Shuaib reconoció en una entrevista publicada en el diario El País que “la gestión de la comunicación es fundamental”. No en vano, además de contar con el apoyo de los Medios de Comunicación y las redes sociales, se utilizó a reconocidos actores locales de cine para trasladar en campañas de concienciación los mensajes adecuados en torno a este virus, incluyendo las medidas preventivas y qué hacer en caso de contagio.
Todo un ejemplo positivo de cómo la comunicación, adecuadamente planificada y orientada al servicio de la transmisión de información veraz y útil, puede ser una herramienta de primer orden en la lucha contra enfermedades con un alto índice de mortalidad en entornos sociales con dificultades de todo tipo, como es el caso del África subsahariana.
Fernando Geijo, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@fergeijo
