Twitter: Renovar o morir

“Renovar o morir”, así dice el dicho popular de gran sabiduría y básico en un contexto empresarial ya que es aquel que marca el proceso de innovación que ocupa cada pieza de una empresa.

Twitter ha dado buena cuenta de la expresión y cumple con lo anunciado en el mes de junio por Dick Costolo, la eliminación definitiva de la limitación de caracteres para los mensajes privados. Aunque ya a principios de año se incorporaron numerosos cambios como  la modificación de la página de inicio o mejoras en los retuits, esta última modificación es la que supondrá un cambio sustancial tanto en las relaciones entre usuarios como con su relación con las marcas. 

Con todos estos cambios, la empresa pretende convertirse en un sustituto de emails y mensajería instantánea ofreciendo a los usuarios una plataforma que englobe todas estas funcionalidades, algo muy positivo para sectores como las aerolíneas que ofrecen servicios de atención personalizada a través de esta red.

Además de no tener límite, ahora se podrán mandar mensajes privados a cualquier usuario de Twitter (siempre y cuando el usuario acepte esta opción en su configuración de seguridad) lo que desde el punto de vista comunicacional abre innumerables puertas comunicativas: el envío de información relevante para los medios de comunicación, mejor gestión de atención al cliente, creación de campañas ad hoc para cada uno de los usuarios, etc. ¡La creatividad es el límite!

Sin embargo, esta nueva funcionalidad la deberemos usar con cautela ya que una mala gestión del contenido enviado o una errónea elección del target puede dar lugar al descontento de los usuarios con la marca o persona emisora de la información  y generar un problema reputacional.

Por Carmen Sotomayor, consultora de Estudio de Comunicación España

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