Hace no mucho aún había quien se preguntaba si era necesario o no estar presente en Internet. Ese debate se zanjó gracias a los millennials que no conciben otra forma de vida si no es a través de la omnicanalidad. No se trata de ser online y offline sino de adquirir un producto, una información o una experiencia y hacerlo indistintamente en los diferentes canales disponibles.
Toda empresa que necesita contar con el consumidor final para su desarrollo, ya sea por su actividad o sector, debe invertir ahora en la omnicanalidad. Los hábitos de consumo han cambiado las empresas deben transformar sus modelos de atención al cliente y su oferta comercial para responder a esta demanda.
En esta transformación digital, hay un punto en el que prácticamente todas las empresas deben poner su atención y decidir, como ocurriera con el e-commerce a principios del siglo XXI, si quiere estar en el móvil o no.
Para tomar esta decisión tenga en cuenta que Google ya ha dicho que el tráfico online ya es mayor a través del móvil que por los ordenadores de sobre mesa en 10 países en todo el mundo, incluidos Estados Unidos y Japón. Además, ha lanzado “Mobilegeddon”, el algoritmo que para indexar las páginas web tiene en cuenta que estén adaptadas a la versión móvil y que penaliza las que no lo están. La pregunta es, ¿aquellas que sólo cuentan con versión móvil y no para ordenador, se ven afectadas? Aparentemente, la respuesta es no.
Por otro lado, no sólo han cambiado los hábitos de consumo sino también de búsqueda de información. A los motores tradiciones se suman las App Store, Google Play y demás.
Una App puede ofrecer todo lo que una página online tiene pero en un entorno más intuitivo y natural para el usuario de móvil.
Es cierto que aún es pronto para que las App reemplacen a la website de forma generalizada pero 2016 y 2017 van a ser los años en los que las empresas deban decidir si apostar por este entorno o no.
Por Támar Salazar, consultora sénior de Estudio de Comunicación. España.
@TamarSalazar