La situación política que está atravesando España está comenzando a afectar a un buen número de sectores económicos y productivos, y la Comunicación no es ajena a ello. Al tedio que nos puede provocar el vivir en un permanente “día de la marmota política”, en el que la información publicada, nos recuerda a viejas noticias de hace meses, se une la paralización de un sinfín de operaciones financieras, anuncios de planes de expansión, alianzas comerciales o adquisiciones de empresas, en general, de decisiones de inversión que, de producirse, repercutirían de manera positiva en la reactivación de nuestro sector.
La situación, a tenor del pasado debate de investidura, sigue enquistada y no tiene visos de cambiar en las próximas semanas. Ya se están alzando voces que alertan de la necesidad de realizar reformas urgentes y nuevos nombramientos, que de no producirse, podrían empeorar aún más la situación.
En este sentido, y tal y como ha anunciado el ministro de Economía, Luis de Guindos, de continuar esta interinidad gubernativa, puede llegarse al punto de incluso la paralización del mercado de valores de nuestro país. Y es que a comienzos del próximo mes de octubre se cumple el plazo para nombrar a un nuevo presidente y vicepresidente de la CNMV, decisión que no va a poder tomarse, ya que un gobierno en funciones como el actual, no puede nombrar al máximo responsable de este órgano regulador.
De producirse, esta situación significaría que no se podrían autorizar operaciones como ampliaciones de capital, salidas a bolsa, emisiones de renta fija o de nuevos fondos. Todo un golpe para la marcha de nuestro sistema financiero y por consiguiente, para la reactivación de muchos otros sectores, incluido el de la Comunicación.
Alejandro de Antonio, consultor sénior de Estudio de Comunicación España
@AdAntoG