La música como herramienta de comunicación

¿Qué tendrá la música que nos influye tanto? Nuestra memoria, nuestro estado de ánimo o nuestra capacidad de comunicarnos son algunos ejemplos de lo que puede cambiar con algunas melodías. Todo se ve modificado con cada acorde, cada nota, cada sonido.

Tal es su importancia que es una parte vital de nuestra sociedad. En el sistema educativo español, desde que somos niños, utilizamos la música en los colegios con el objetivo de estimular la memoria, la concentración y la creatividad. No solo eso, sino que hay terapeutas y estudios que demuestran que es beneficiosa para la salud, tanto física como mental, pues ayuda a reducir el estrés, fortalece la vitalidad y el sistema nervioso. Del mismo modo, la memoria musical es una de las zonas cerebrales menos afectadas por el alzhéimer.

La música es también una gran herramienta para la comunicación; nos permite aprender mejor sobre los sentimientos y nos abre emocionalmente, con lo que podemos mejorar nuestra comunicación personal e interpersonal. Además, ayuda a que nuestro mensaje sea más fácilmente recordado cuando la utilizamos, como ocurre, por ejemplo, en los jingles que usa la publicidad.

La música mueve sentimientos, nos ayuda a enfatizar un mensaje. Es interesante cómo los himnos, que no dejan de ser un ritmo y una letra, siendo algo que no tiene existencia física, son capaces de aglutinar sentimientos de colectivos y emociones y pueden hacer llorar a las personas.

Algunas compañías, conscientes de los beneficios que aporta la música, ya la han incorporado en algunas de sus estrategias de Recursos Humanos. Me parece curioso el caso de la compañía DHL, que ha creado un programa de la felicidad para cubrir las expectativas de felicidad de sus empleados en su desempeño laboral. De hecho, estableció un ranking de lo que hacía especialmente felices a las personas en términos generales: reír; dar y recibir abrazos; sentir el agradecimiento; participar en la toma de decisiones; la música; y cumplir sus sueños. Con ello, han creado actividades como talleres de risoterapia o la utilización de musicoterapia a lo largo de la jornada para mejorar el rendimiento.

La música es, en definitiva, una potente herramienta de comunicación que ninguna compañía debe minusvalorar, ya que puede servir para enfatizar y ayudar a recordar los mensajes, levantar el ánimo de la plantilla o llegar mejor emocionalmente a la gente. Saber cómo y cuándo utilizarla se antoja clave para aprovechar todas las herramientas de las que disponemos para gestionar una comunicación eficaz.

Por Pedro Soto, consultor sénior de Estudio de Comunicación España.

@pedrosotoft

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