En situaciones de crisis como la que vivimos actualmente, los ciudadanos agradecen que los responsables de afrontarla den las explicaciones necesarias en rueda de prensa. Que se exponga qué está ocurriendo, qué medidas se están adoptando para solucionarlo, qué efectos se espera que tengan las medidas o qué efectos están teniendo, qué acciones se tendrán que adoptar en el futuro, etcétera. Lo que se espera son, en la medida de lo posible, respuestas y certezas que ayuden a cada una de las personas a afrontar con el mejor ánimo y confianza lo que se produzca.
No cabe duda de que, en situaciones como la emergencia sanitaria, no siempre se pueden tener estas certezas pues se viven situaciones hasta ahora no vividas, de las que no se tienen experiencias previas y que no pueden ser comparadas con cómo se han afrontado otras situaciones, o incluso cómo se han afrontado en otros países, pues no todas las condiciones ni condicionantes son iguales.
No obstante, el hecho de que la situación a la que te enfrentes no tenga referentes no debe ser óbice para afrontar una comparecencia de prensa sin dar alguna respuesta a lo que los ciudadanos y organizaciones y/o colectivos afectados por esa situación están esperando o demandando.
En las últimas semanas hemos asistido a numerosas intervenciones de responsables políticos ante los medios de comunicación. Comparecencias en las que, en algunas ocasiones, se ha disertado durante largo tiempo, pero en las que apenas ha habido respuestas ni, por supuesto, certezas.
Cuando se decide afrontar una comparecencia ante los Medios es conveniente tener algo que decir y decirlo de una manera clara, porque, de otra forma, no sólo quedará desacreditado como portavoz o gestor, sino que acabará generando inquietud y malestar entre aquellos a los que, se supone, quiere lanzar un mensaje.
Por Gerardo Miguel, director de Estudio de Comunicación
@GerardoMiguelb