Comunicación transparente en momentos de crisis

Vivimos una crisis poco habitual, una situación diferente a la que no nos habíamos enfrentado antes. Se trata de la crisis sanitaria causada por el Covid-19 que a día de hoy se ha cobrado 286.835 vidas en todo el mundo y afecta a más de 164 países.

En la situación actual de máxima emergencia que nos ha tocado vivir, la demanda de información por parte de la ciudadanía se ha disparado y las audiencias de los medios se han incrementado de manera significativa.

La información es una pieza clave del engranaje, y la comunicación una herramienta imprescindible para que la maquinaria funcione. Descuidar el contenido y la forma, podría agravar esta situación a nivel nacional y afectar en el plano corporativo si lo llevamos al ámbito de la empresa.

La comunicación, en tiempos de crisis, necesita especial atención. Vivimos en un mundo conectado en el que se exige agilidad a la hora de informar e información actualizada cada minuto. Información que ha de ser de calidad.

La sociedad exigente y madura no tolera la falta de información o la sensación de poca veracidad u ocultismo, por ello, para superar una crisis o minimizar sus efectos, es imprescindible, ahora más que nunca, prestar una cuidada atención en qué se comunica, cuándo y cómo

En situaciones de incertidumbre aumenta la necesidad de estar informado.

Llevado al ámbito de la comunicación corporativa, las compañías deben hacer un esfuerzo para mantener a sus empleados, clientes, inversores y accionistas bien informados.

La comunicación es un activo intangible de una compañía, así como su imagen, know-how o posicionamiento en el mercado. Los activos intangibles de una compañía cada vez tienen un mayor peso y se valoran casi más que los activos tangibles. En momentos como los que vivimos, la buena comunicación puede ser una oportunidad para reforzar la imagen de la marca tanto a nivel interno como externo.

Las compañías deben convertirse en proveedoras de información de calidad. Para ello es fundamental la transparencia.

La sociedad digitalizada está expuesta permanentemente a nueva información que llega a todas horas desde distintos canales ya sea por televisión, plataformas digitales o redes sociales.

Si queremos que nuestros receptores confíen en nosotros y nos consideren proveedores de buena información. Las empresas deben informar con rigor y que sea el receptor el que juzgue y opine en base a toda la información que se le ha transmitido.

Por Inés Amil, consultora de Estudio de Comunicación.

@InesAmil

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