Resulta evidente que lo ocurrido en el último año ha supuesto una transformación en la manera en la que, hasta ahora, nos habíamos enfrentado a la digitalización de muchas de nuestras tareas en el ámbito de la comunicación. Si bien éramos conscientes de que este era un proceso que más tarde que pronto iba a llegar, este se ha acortado en el tiempo como consecuencia de las circunstancias.
La cuestión que deberíamos plantearnos es si no deberíamos hacer una reflexión sobre la forma en que ésta se ha producido y cómo deberemos afrontar, a partir de ahora, la integración de la digitalización en los procesos de comunicación.
La edición de 2021 del European Communication Monitor recoge los resultados de una encuesta realizada en 46 países que ha tratado de analizar algunos aspectos de la situación actual de la digitalización en el ámbito de la comunicación y las relaciones públicas. La mayoría de los profesionales consultados a lo largo de Europa resaltan la importancia de digitalizar las comunicaciones con los stakeholders (87%) así como de construir una infraestructura digital que permita llevar a cabo estas operaciones (83,9%). No obstante, el actual nivel de madurez digital se considera aún insatisfactorio. El porcentaje de departamentos de comunicación y agencias que considera que puede proveer herramientas digitales que apoyen actividades específicas de comunicación (alineamiento de la comunicación y los objetivos de negocio, monitorización o la gestión de los activos digitales) y que, por tanto, podrían considerarse maduras, solo alcanza el 43,8%.
El Informe se plantea que las estrategias para la transformación digital son cruciales para dirigir el futuro de la comunicación. Según el estudio, cuestiones como las estructuras, el personal, o la modificación de tareas se consideran menos importantes que un adecuado enfoque en el uso de la tecnología.
Herramientas como las videoconferencias, que han sido muy importantes para la comunicación interna e incluso, aunque menos, para la interrelación con los Medios de Comunicación, seguirán siendo, en opinión de la mayoría de los encuestados, herramientas de uso en los procesos de trabajo de los departamentos de comunicación.
No cabe duda de la que la tecnología y las herramientas digitales pueden ayudar al desarrollo de las estrategias de comunicación de las empresas. Cómo se lleven a cabo debería ser fruto de un análisis profundo y sosegado que no esté únicamente alimentado por las circunstancias.
Por Gerardo Miguel, director en Estudio de Comunicación
@GerardoMiguelb