La llegada de la pandemia supuso una revolución en nuestras vidas. Al drama del goteo constante de vidas humanas perdidas se añade la angustia económica de millones de familias ante, primero, el cerrojazo económico y, después, las restricciones aún vigentes en muchos sectores. Un futuro incierto que precisa reiniciar el disco duro y volver a adaptarse. Una nueva prueba de fuego, en definitiva, para nuestra célebre capacidad de resiliencia.
Entre las consecuencias más claras que ha dejado el COVID está el espaldarazo al trabajo en remoto. De tendencia incipiente pasó, por mor de la necesidad, a única opción para, en muchos casos, continuar con la actividad.
En estos días, el debate en torno al binomio presencial / remoto está presente en muchas empresas. Máxime ahora, con la vuelta al trabajo tras el fin de las vacaciones. El reto es mayúsculo. No en vano, antes del verano casi dos millones de empleados teletrabajaban tres días o más a la semana, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, el denominado modelo híbrido parece que se está imponiendo como solución a este dilema. Es decir, una suerte de sistema combinado que aúna ambas opciones y que podría ser el más apropiado.
La flexibilidad se configura, por tanto, como la clave a la hora de motivar a los empleados noveles a decantarse por su futuro puesto de trabajo. Pero lo que los expertos en relaciones laborales destacan es, precisamente, la importancia de la comunicación.
En este sentido, se antoja vital que la empresa en cuestión promueva hábitos de comunicación entre sus trabajadores, aún en remoto, para evitar que se sientan aislados y desconectados. Además, apuntan a la necesidad de abrir todos los canales de comunicación para que puedan expresar cómo enfrentan la situación, aporten ideas sobre qué se puede mejorar y, en definitiva, trasladen cómo se encuentran.
El objetivo sería incrementar la productividad, aumentar el compromiso y motivación de los empleados y, por último, tratar de atraer y/o retener el talento. La auténtica savia que propulsa a las compañías hacia sus metas.
Por Fernando Geijo, Director en Estudio de Comunicación España
@fergeijo
