Fuerzas Armadas y periodistas: una interrelación necesaria

La crisis de Ucrania y la posible participación española en un eventual escenario bélico han vuelto a poner sobre el tapete de la actualidad la necesidad de que los medios de comunicación informen de manera seria y rigurosa sobre asuntos militares. Con un doble objetivo: no alarmar innecesariamente a la sociedad y enmarcar la actuación de las Fuerzas Armadas en su justo contexto y finalidad.

La tradicional desconfianza que ha marcado desde siempre la relación entre uniformados y profesionales de la información ya no es tan fiera como antes.  Por un lado, las Fuerzas Armadas  han asimilado que necesitan a los periodistas para conectar con la sociedad. De esta forma, rompen con el aislamiento que ha caracterizado al estamento desde tiempos inmemoriales. Por otro, los periodistas han sabido dar el paso para involucrarse sin prejuicios infundados en conocer el servicio que los Ejércitos prestan por mandato constitucional al pueblo español. Una labor que, no lo olvidemos, justifica su propia existencia en una nación democrática.

Los militares se lanzan a comunicar

Las relaciones entre los organismos militares y los medios de comunicación han experimentado una evolución significativa desde la llegada de la democracia y la subordinación de los Ejércitos al poder civil.  Más allá de extender su presencia en una profusión de revistas, páginas web oficiales y perfiles en diversas redes sociales, los militares se han formado para atender a los periodistas en escenarios tan exigentes como operaciones en el extranjero. Una figura paradigmático es la del PIO (Public Information Officer) cuyo trabajo es encargarse de los cometidos que la OTAN encarga a estos puestos. Unas tareas que podrían sintetizarse en comunicación con los medios, comunicación interna y relaciones con la población en la que se desarrolla la operación.

Programas de formación

Por su parte, los periodistas han tenido que formarse para entender, no sólo la mentalidad y razón de ser de las Fuerzas Armadas, sino toda una terminología propia y en ocasiones inabarcable. Para ello han surgido posgrados en Comunicación y Defensa en diferentes universidades y centros docentes de todo el país. Una prueba del interés que los profesionales de los medios demuestran por adentrarse en un terreno minado hasta hace no mucho por el secretismo y la incomprensión mutua.

Como ejemplo de esa necesidad de tender puentes entre ambas profesiones, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN) organiza las Jornadas de Seguridad y Defensa para medios de comunicación.  Su objetivo es proporcionar a a los profesionales de los medios una visión general de las Fuerzas Armadas. Y para ello cuenta con la participación de expertos de primer nivel, como los socios de Estudio de Comunicación Juana Pulido y Fernando Geijo.

“Militares y periodistas, las profesiones peor valoradas por los españoles”, rezaba un amarillo recorte de prensa que veía cada mañana durante mi etapa como alférez en la Oficina de Relaciones Públicas del Ejército del Aire. Ignoro qué pasaría si esta misma opinión se pulsara ahora entre los españoles. En todo caso, quiero creer que dos profesiones condenadas a entenderse seguirán cooperando para servir a la sociedad que tanto las necesita para ser verdaderamente libre.

Por Emilio Sánchez, consultor sénior de Estudio de Comunicación.

@ECofreces

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