La motivación de los empleados, la clave del éxito empresarial

En estos últimos años, no dejamos de leer en artículos e informes y de escuchar en conferencias y seminarios que una de las claves del éxito de una compañía reside en la motivación de sus empleados. El compromiso refleja la implicación y el entusiasmo de los empleados en sus lugares de trabajo y, esto, conlleva lograr resultados empresariales muy positivos como, por ejemplo, una menor rotación y, por lo tanto, una importante retención de talento, una mayor rentabilidad, un aumento de la fidelidad de los clientes, etc. Por ende, no cabe duda de que los empleados son también uno de los principales clientes de una compañía, y su percepción sobre esta puede generar consecuencias considerables a nivel empresarial.

No obstante, según el informe State of the Global Workplace 2021, realizado por la compañía estadounidense Gallup, en el año 2021 a nivel mundial, el grado de compromiso de los empleados se situaba en tan solo un 20%. Podemos deducir de esta cifra, que una gran cantidad de trabajadores en todo el mundo no se sienten personalmente ligados a las actividades que realiza su compañía y llegan a sus puestos todos los días con pocas ganas de trabajar, lo que supone un lastre para la productividad, la innovación y el sistema organizativo de una compañía. Podemos relacionar este concepto con el fenómeno “The Great Resignation”; en el cual Estados Unidos registró en el año 2021, máximos históricos de renuncia a los puestos de trabajo.

En este sentido, ¿qué deben hacer las compañías para mejorar la motivación de sus empleados y en consecuencia aumentar su productividad?

La respuesta parece sencilla pero su implementación es ciertamente más complicada. La mejora del bienestar de los empleados depende, en última instancia, de las decisiones de los líderes empresariales. Un buen líder puede transformar el “es una lata el trabajar” en “hoy es un gran día para aprender, aportar y llegar a mis objetivos”.  Para ello, las empresas deben motivar a sus empleados creando políticas que apoyen su bienestar general tanto dentro como fuera del lugar de trabajo mediante el reconocimiento de la función realizada, el empleo de la crítica constructiva, la flexibilidad, el equilibrio entre trabajo y descanso, un esquema retributivo variado y atractivo, etc.  Además, deben usar la Comunicación Interna para contar más y mejor lo que hacen y para conocer lo que piensan los empleados.

Así pues, la motivación laboral constituye sin duda uno de los mayores retos al que las compañías se enfrentan actualmente, por lo que la puesta en marcha de dichas acciones motivadoras, tanto a nivel individual como colectivo, es una herramienta imprescindible para alcanzar y asegurar el éxito empresarial. Hacerlo mejor y contarlo bien…un camino de éxito.

Por Victoria Matarranz Timón, consultora en Estudio de Comunicación

@vicmatarranz

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