Cuando la mala reputación suma puntos

Una de las máximas de la comunicación empresarial es que un buen CEO, para liderar y transmitir la imagen de timonel al mando, debe de ser honesto y buena persona, porque la ética es la base de la buena reputación, y que esa reputación retroalimenta la imagen de líder haciéndola más fuerte, como si de una especie de superhéroe de Marvel en versión corporativa se tratase.

Es decir que a mayor honestidad mayor reputación. Hasta ahí todo claro con el axioma. Asesores y departamentos de comunicación dábamos el do de pecho porque nuestro CEO fuera percibido como el buen líder que es, honrado y transparente.

En ese punto estábamos cuando de repente llegó un señor con pinta de haberse pasado con la crema autobronceadora, del que ya pensábamos habernos librado, al menos los que vivimos en el correcto y pulcro occidente, a lograr que se nos cayeran los palos del sombrajo al contemplar atónitos como la mala reputación lejos de pasar factura, le ayudaba a hacer caja.

Según recoge El Confidencial, una encuesta de Yahoo News y YouGov reflejaba el aumento de la popularidad del expresidente Donal Trump, que había pasado de superar a su principal rival dentro del partido, el gobernador Ron DeSantis, por una ventaja de ocho a 26 puntos en dos semanas.

Presentarse ante sus seguidores como víctima de una caza de brujas, puede augurarle grandes réditos políticos, pero ¿qué pasa con su faceta empresarial? ¿No se le debe presuponer honradez a un líder?

Quiero seguir pensando que sí y que el circo y el show mediático, que está creando sobre su imputación el expresidente Donald Trump, a largo plazo, al menos como hombre de negocios, acabarán pasándole factura, pues no hay nada peor para la serenidad corporativa que el histrionismo asociado a la falta de escrúpulos.

Ana Pereira, Directora en Estudio de Comunicación

@anabepereira

SWITCH THE LANGUAGE
Text Widget
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Vivamus quis neque vel quam fringilla feugiat. Suspendisse potenti. Proin eget ex nibh. Nullam convallis tristique pellentesque.