La plataforma Netflix sube un escalón más en la presencia de las marcas en la última temporada de la serie Emily in Paris, que ha estrenado su cuarta temporada este verano. De esa manera deja atrás los métodos de Product placement más tradicionales dándoles un papel protagonista en el propio guion de la serie.
La trama es más bien simplona y predecible, pero hay que reconocer que tiene ese “je ne sais quoi” que engancha e invita a seguir las aventuras y desventuras de la protagonista, Emily Cooper, quien trabaja para una agencia en París. Además de presentar estilos de vestuario más descabellados cada temporada, resaltar su vida ideal rozando la caricatura en la capital del amor y su trabajo idóneo en una agencia ficticia de marketing de lujo, la protagonista Emily Cooper se encarga de inventar colaboraciones innovadoras para todo tipo de marcas reales.
Marcas como Ami, Baccarat, Jacquemus, Vestiaire Collective, LVMH o Google se han unido y dan el tono nada más empezar los primeros minutos del primer capítulo con cuatro productos y marcas destacados de golpe. Ver la serie es como pasear por un enorme centro comercial a veces. Por ejemplo, la plataforma se ha aliado con Google para que sea posible, a través de su herramienta Lense, fotografiar tu pantalla y ser redirigido a la página web que vende la ropa o los accesorios que llevan los protagonistas. Las recomendaciones se disparan y las comisiones llueven por «esta forma de compromiso, que está dando un giro de 180 grados a la manera de consumir marcas», afirma Netflix en un comunicado.
Hace años que, en Estados Unidos, las marcas han conseguido llegar a estar presentes y tenidas en cuenta desde la redacción de los scripts de series y películas. Esa involucración les permite ser protagonistas a cambio de un precio seguramente elevado, pero siempre menor al coste de una campaña más tradicional de publicidad internacional en todo tipo de medios de comunicación.
Esa nueva experiencia del espectador y la posibilidad de interactuar con las marcas puede llegar a quitar protagonismo a la intriga. En cada capítulo que vemos, se reafirma el enfoque de la serie con el claro objetivo de dar protagonismo a las marcas ubicándolas a través del escaparate de lo que consume o lleva la protagonista. Confirmando los datos de descarga y la alta audiencia en Netflix de la serie, constatamos que los espectadores aceptan encantados esa nueva relación con las marcas y reclaman aún más.
En los países europeos, la normativa vigente prohíbe estas prácticas en la producción televisiva, pero es menos clara cuando se trata de contenidos de plataformas; por lo tanto, es de esperar que las marcas no tardarán en ganar protagonismo en nuestras pantallas también con ese tipo de Product Placement más intrusivo.
Por Amandine Dennetiere, Directora de Estudio de Comunicación
@A_Dennetiere2