La retransmisión de la Pascua Militar 2025 por RTVE nos ha dejado un ejemplo más de cómo los errores gramaticales siguen colándose en la televisión. El rótulo que apareció unos segundos, «Los Reyes, junto al Sánchez» muestra un uso incorrecto del artículo determinado antes del apellido. En español, cuando nos referimos a personalidades públicas por su apellido, no es necesario ni correcto anteponer el artículo. La forma correcta sería simplemente «Los reyes, junto a Sánchez».
Este tipo de errores pone de manifiesto una problemática recurrente en los medios audiovisuales: la tensión entre la inmediatez informativa y la corrección lingüística. En el afán por ofrecer información en tiempo real, los equipos de realización y rotulación pueden cometer descuidos que comprometen la calidad del producto informativo.
Estos fallos son cometidos diariamente por todas las cadenas. Algunos de ellos son famosos como, por ejemplo, el de Tele 5 que situó Nueva York en Italia o el de la Sexta que rotuló “llubia” en lugar del modo correcto “lluvia”.
No podemos atribuir estos fallos únicamente a la precipitación. La situación refleja una problemática más profunda que incluye la posible falta de revisión en los protocolos de emisión, la necesidad de reforzar los equipos de control y revisión de las noticias y la importancia de la formación continua del personal.
Estos errores, aparentemente menores, tienen un impacto significativo en la percepción de profesionalidad del medio. En la era digital, donde cada fallo puede viralizarse en cuestión de minutos, la reputación de un medio puede verse comprometida por descuidos como este. Sería fundamental implementar medidas preventivas como:
- Establecer filtros de revisión más rigurosos
- Contar con correctores lingüísticos en tiempo real
- Desarrollar protocolos específicos para emisiones en directo
La excelencia lingüística debe ser una prioridad para los medios de comunicación, especialmente para la televisión pública. Solo así podremos garantizar que la rapidez informativa no vaya en detrimento de la calidad y el rigor que merecen los espectadores.
Eva Fresnillo, directora de Estudio de Comunicación.