Las Ofertas Públicas de Adquisición (OPA) son operaciones estratégicas que pueden generar incertidumbre entre accionistas, empleados y el público en general. Por ello, la manera en que se comunica una OPA a los medios de comunicación es clave para garantizar su éxito. Una comunicación clara y transparente no solo ayuda a evitar rumores y especulaciones, sino que también fortalece la confianza de los mercados y los involucrados en la transacción.
Centrémonos en un caso concreto, el de una compañía que quiere lanzar una OPA amistosa sobre otra. Informar a los medios sobre esta operación de manera eficaz supone diseñar una correcta estrategia y planificación. Por eso, lo primero que tiene que hacer un departamento de Comunicación que se encuentra con el reto de comunicar este tipo de operaciones es conocer las diferentes fases legales, que van a marcar la estrategia e hitos de comunicación.
Durante la fase previa al anuncio de la operación por parte del oferente, se recomienda una estrategia reactiva en la que se haya definido la posición de la compañía en caso de filtración. Una vez anunciada la operación, lo aconsejable es mantener una estrategia proactiva con los medios de comunicación durante los diferentes hitos del proceso. Mantener una estrategia de relación continua pero selectiva con los medios durante toda la duración de la OPA evita especulaciones y posibles crisis reputacionales, además de fortalecer la imagen corporativa y facilitar la aceptación por parte de los mercados y reguladores. Para lograr esto, es necesaria una continua alineación con los equipos financieros y jurídicos involucrados en la operación, tanto para la definición de la estrategia como de los mensajes a transmitir, así como contar con unos portavoces solventes y que transmitan credibilidad.
El primer hito en la estrategia de comunicación es el anuncio oficial del lanzamiento de la OPA. Este debe coincidir (y nunca anticiparse) con la notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mediante el hecho relevante. En esta comunicación, es fundamental explicar con claridad los términos de la operación, el precio ofrecido por acción y las razones estratégicas que la justifican. Se deben destacar los beneficios tanto para la empresa adquirida como para la compradora, poniendo énfasis en aspectos como las sinergias, el crecimiento y la estabilidad que se derivarán de la transacción.
Una vez aprobado el folleto, se debe proceder a la comunicación a los accionistas sobre el inicio del plazo de aceptación de la oferta. Este es un momento clave dentro del proceso y conviene hacer pública esta información a través de los medios de comunicación. La recomendación del consejo de administración de la empresa objetivo es otro hito crucial, ya que su postura influye significativamente en la percepción de la oferta y en la decisión de los accionistas. Por ello, si el consejo de administración recomienda aceptar la OPA, se presenta una nueva oportunidad para reforzar la comunicación con los medios y transmitir los mensajes con claridad y transparencia.
Posteriormente, se produce el fin del plazo de aceptación y la comunicación de los resultados de la operación, que confirma si la OPA ha conseguido sus objetivos o no. Es el broche para los medios de comunicación que ha de ser hecho público para el conocimiento de los accionistas.
Durante todo el proceso conviene tener una relación fluida y constante con los principales periodistas expertos en estas operaciones, así como unos buenos portavoces, capaces de transmitir claramente el contenido de la OPA con transparencia y credibilidad. Puede ser interesante tener conversaciones off the record con los principales medios para explicar dudas o ampliar información. De esta manera, podremos acudir a ellos en caso de que se den imprevistos como, por ejemplo, una OPA competidora o una filtración.
No obstante, la comunicación no tiene por qué finalizar con la aceptación de la oferta. Es crucial mantener informados a los accionistas y a otros grupos de interés sobre el proceso de integración de ambas empresas y los próximos pasos estratégicos, como puede ser una OPA de exclusión cuando el oferente logra adquirir más de un 90% de la compañía opada. Una comunicación transparente y continua en esta nueva etapa refuerza la confianza, reduce incertidumbre y contribuye a la estabilidad de la organización resultante.
En conclusión, la comunicación a los medios en una OPA es un proceso continuo que abarca desde la fase previa al anuncio hasta la integración posterior a la operación. Una comunicación efectiva durante todas las fases no solo garantiza una transición más fluida, sino que también contribuye al posicionamiento de la empresa en su nueva etapa, fortaleciendo su reputación.
Por Patricia Núñez, consultora sénior en Estudio de Comunicación.