Mejores tiempos para la publicidad… en Internet
Creo que la publicidad en medios convencionales como los periódicos o las revistas se parece un poco a ese sistema.
Creo que la publicidad en medios convencionales como los periódicos o las revistas se parece un poco a ese sistema.
¿A que sienta mal ver que a los últimos en llegar se los trata mejor que a los demás?
Cuando hablamos de publicidad, de medir, de cuantificar, de presupuestar…parece que lo que manda ya no es el GRP. En la “última moda” el alcance importa, pero menos que la calidad del impacto.
Pocos días atrás la marca coreana de tecnología Samsung hacía pública una nota en la que anunciaba que iba a premiar la fidelidad de sus clientes invitándoles a la Estación de Servicio Samsung Galaxy Note II.
El Publicista, 23/11/2012.- Articulo de Eva Fresnillo, consultora senior de Estudio de Comunicación, en el que recuerda que en estos tiempos complicados para el sector es necesario trabajar más que antes y ser más observadores, más pacientes y más expertos en crear estrategias y métodos para lo que esté por venir.
El titular podría ser el pie de la viñeta de Forges, publicada en El País, que abre este artículo. Esta escena en la prisión de su imaginario Coolcity, tiene que ver mucho con el mundo de la Comunicación empresarial y la publicidad sobre todo.
Imagino que saben, al menos algunos españoles, del revuelo que se armó por el artículo de Íñigo López Palacios en El País (12-10-2012) titulado “Este tuit tiene precio (y alguien lo pago)”. En plan resumen, su comentario es acerca de los tuits de pago, porque publicitan marcas o productos, también porque difunden opiniones.
Es la tercera persona que me comenta la ilusión que le hace recibir en su buzón el catálogo de Ikea y es por eso que escribo este post. Un mini libro de bolsillo a todo color de 328 páginas bien maquetadas con un diseño atractivo y original que se ha convertido ya en todo un best seller.
Las adaptaciones de originales publicitarios para que resulten políticamente correctas en distintos países son una práctica habitual. Lo sabe cualquier publicitario con experiencia internacional y lo saben muchos lectores informados.
Aunque ya me he incorporado hace días después de mis vacaciones estivales, hay un soniquete que todavía me ata a ellas. No puedo dejar de tararear mentalmente la canción del anuncio de Shandy Cruzcampo de este verano.