Me llamo Boletín Oficial del Estado, pero pueden llamarme BOE y en estos tiempos de crisis y medidas para atajarla soy un valor en alza para periodistas y gabinetes de comunicación desde que el actual Ejecutivo pusiera de moda el dejarme a mí lo de la letra pequeña de sus reformas.
Hace sólo unos meses me sentía muy sólo y del tedio de mis días sólo me sacaba ese momento tras los Consejos de Ministros de los viernes en el que algunos profesionales de la comunicación se interesaban por mí y me consultaban para cotejar algún dato. Yo esperaba con ansiedad esa visita y era entonces cuando ponía mi mejor cara y lucía mi mejor Times New Roman, sacándole brillo a mis mayúsculas y repasando meticulosamente que no se hubiera colado ninguna errata en las líneas tatuadas sobre mi piel de papel digital.
Pero mi vida ha cambiado bastante en poco tiempo y en estos momentos no puedo decir que me aburra lo más mínimo pues, de consultas esporádicas por la mayoría y concretas por la minoría, he pasado a ser una fuente de conocimiento, contraste y consulta para el país entero y tengo que reconocer que tanta fama me abruma y empiezo a cansarme de mi protagonismo involuntario ya que periodistas, empresarios y ciudadanos preocupados por saber cómo les afectará la subida del IVA me recorren a golpe de click y se empollan mis páginas con el consiguiente empacho que les produce mi lectura pues tengo que reconocerlo no soy lo que se dice un best seller de lectura rápida y digerible.
Veo con cierta consternación la desesperación entre los profesionales de la comunicación que me revisan de arriba a abajo en busca de una frase que libre al sector al que pertenecen de la subida del temido IVA y escucho decir a los que llevan ya unos años dedicándose a la comunicación que nunca antes habían tenido que recurrir tanto al BOE, es decir a mí, para entender en su totalidad las medidas anunciadas por un gobierno, sea cual fuere.
Por eso aprovecho estas líneas para pedir a los responsables de comunicación del Ejecutivo que modifiquen un poco su forma de transmitirle al país sus decisiones y que en lugar de anunciar sólo los titulares para calmar el apetito de la bestia llamada Mercados, me dejen descansar y sean ellos quienes detallen con pelos y señales lo que van a hacer, muchos de los profesionales de la comunicación que ahora tienen que leer a contrarreloj más de 90 páginas mías se lo agradecerán, y yo también.
Por Ana Pereira, consultora senior.
@anabepereira