¿Más información significa estar mejor informado?

La Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo ha realizado un estudio en 18 países del mundo más dos regiones de Argentina y Canadá para conocer  el uso que hacen los estudiantes de la tecnología. Si bien España no fue uno de los países estudiados, los autores del estudio dicen que los resultados que pueden ser extrapolables al mundo desarrollado. El resultado es significativo, sólo alrededor del 2% de los alumnos llegan a seleccionar informaciones relevantes de las secundarias en Internet.

Estos resultados dan que pensar. Si tenemos en cuenta la cantidad ingente de información que circula por Internet y las redes sociales resulta comprensible que existan dificultades para diferenciar entre lo importante y lo accesorio.  Pero al mismo tiempo, también resulta un tanto preocupante, pues se podría pensar que muchos de los alumnos se estén quedando con lo anecdótico frente a lo esencial al usar las redes sociales e Internet.

Si consideramos, además, que este estudio se está realizando sobre alumnos que podríamos encuadrar dentro de los “nativos digitales”, cabría preguntarse qué está ocurriendo con aquellos usuarios de generaciones ‘predigitales’. ¿Tener mayor cantidad de información supone que tenemos una mejor información? En principio podría concluirse que sí, que la posibilidad de acceder a información de distintas fuentes puede contribuir a crear una opinión crítica sobre lo que sucede o ha sucedido en el mundo. Pero esta afirmación ofrece dudas si vemos los resultados de este estudio. Como se ve, no siempre se tiene la capacidad de discriminar las buenas fuentes de las que no lo son.

Dicen los expertos que la labor del profesorado es ayudar a los alumnos a discriminar la información.  Esta es una tarea que han estado desarrollando los profesionales de la comunicación desde sus orígenes. Establecer una diferencia entre lo esencial y lo accesorio para ponerlo al servicio de los lectores, oyentes o telespectadores de una manera profesional. No es de extrañar, por tanto, que lejos de lo que puedan pregonar algunos agoreros, la función de éstos siga teniendo mucho sentido.

Por Gerardo Miguel, Consultor Sénior Estudio de Comunicación. España

@GerardoMiguelb

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