Hace pocos días leía en los medios que una conocida empresa de telefonía cambiaba su estrategia empresarial. La noticia me sorprendía y detallaba que el principal motivo radicaba en una mala planificación de las ventas y una mala comunicación de su último producto estrella, un modelo en el que habían trabajado durante más de un año. Leyendo esta noticia me preguntaba, ¿qué ha fallado? y sobre todo… ¿qué ha podido fallar a la hora de comunicar su nuevo producto estrella?
La llegada, hace años, de las redes sociales y con ello una inmersión total en la digitalización de los medios ha hecho que los procesos de comunicación y las campañas cambien y con ello, nos obliguemos todos a volver a pensar la estrategia a la hora de transmitir los mensajes que queremos mandar, tanto interna como externamente.
Plataformas como Facebook, Twitter o Instagram, que en un primer momento fueran creadas con fines meramente sociales y de ocio, hoy se convierten en medios de información de rápida difusión. Permiten que la información se comparta en menos de un minuto, logrando que las estrategias de comunicación se viralicen mundialmente.
Tenemos que asumir, tanto consumidores, profesionales del sector, como las propias empresas que el mundo en el que vivimos ha cambiado. La comunicación no se ha quedado atrás y por ende ha dado un giro de 180 grados. Planificar, prever y medir son tres puntos claves en cualquier acción comunicativa que se quiera llevar a cabo, aunque sigamos utilizando herramientas como el fax o el correo electrónico.
Por Antonio García, consultor de Estudio de Comunicación España.