El camino del hashtag: la transformación digital está aquí

Llevamos oyendo mucho tiempo frases de alarma tales como “debemos adaptarnos para cuando llegue la transformación digital”, o “con la transformación digital todo va a cambiar” y, ciertamente, las empresas encuentran dificultades a la hora de decidir qué hacer al respecto. En primer lugar, debe quedar claro un concepto clave: la transformación digital ya está aquí. No se trata de hacer una transición, o hacer los preparativos para su llegada. Sólo nos queda adaptarnos a un nuevo elemento que ya se encuentra sobre nuestro tablero.

Por si la integración en el tejido digital no fuera poco para las empresas, muchas de las cuales aún se muestran reacias a exponerse en redes sociales y demás plataformas online, los ritmos y tendencias digitales son tan volátiles que ya experimentan cambios por sí mismos, sin darnos a los profesionales apenas un margen para diseñar nuestras estrategias al respecto.

Ejemplo de ello es el uso del “hashtag”, o almohadilla para los más castellanos. Con la irrupción de las empresas en diversas plataformas sociales como Instagram, Twitter o Facebook, parecía que el último grito era categorizar absolutamente todo con hashtags, casi sin un sentido sintáctico o estético a la hora de elaborar los contenidos: cuantos más hashtags, mejor. Y muchos se lanzaron a la piscina de almohadillas sin dudarlo más. Ciertamente, se trataba de una estrategia plenamente funcional para todo el mundo, tanto para particulares como para profesionales. Las estadísticas mostraban una clara mayor visibilidad de aquellas publicaciones que hacían un uso desmedido de las etiquetas, sin importar la plataforma.

Sin embargo, algunos gigantes como Facebook y, por consiguiente, todas las compañías bajo su sombra como Instagram, pronto descubrieron la potencial oportunidad de negocio con las empresas. Fue entonces cuando nació una medida controvertida: el nuevo algoritmo de Facebook.

Cuando 2018 apenas gateaba, Facebook realizó una variación en su algoritmo para atajar el alcance orgánico de las marcas, de forma que las publicaciones de cuentas corporativas llegaban a un menor porcentaje de audiencia, hasta un 10%. Mark Zuckerberg, creador de Facebook, aseguró que esta medida tan sólo buscaba primar la calidad de los contenidos sobre la cantidad, cuando en realidad se trata de una estrategia que busca el beneficio económico, al presionar a las empresas a que inviertan dinero en sus publicaciones. Pero no desesperemos, hay que buscar siempre la oportunidad. Para superar este llamado “shadowban” todo depende del “engagement”, es decir, de conseguir un mayor porcentaje de interacción en redes.

Otras alternativas que pueden ayudar a nuestras cuentas a ganar visibilidad es utilizar stories y vídeos en directo para enriquecer nuestro perfil; utilizar menos hashtags, unos cinco de media, evitando utilizar siempre los mismos; seguir hashtags para mejorar nuestra valoración por el algoritmo; permanecer atentos a las nuevas características introducidas por la plataforma y utilizarlas con asiduidad; y, tal vez, hacer caso a Mark Zuckerberg y apostar por la calidad frente a la cantidad.

Por último, y como moraleja de esta amarga historia con final feliz, debemos aprender la importancia de prestar más atención a las últimas tendencias y noticias del entorno digital para no quedarnos atrás, mostrar una buena disposición a la adaptación a este medio tan cambiante y no desesperar: como profesionales, debemos siempre encontrar la manera de elaborar nuevas estrategias.

Por Mérida Miranda, consultora en Estudio de Comunicación España.

@MeridaMir

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