Ya no basta con que un personaje público con varios millones de seguidores en las redes sea la imagen de marcas, ahora la tendencia va más allá de lo puramente real y se pasa a la ficción: los influencers virtuales.
¿No has oído hablar de ellos? Se trata de “robots imágenes” creados a ordenador (CGI Computer Generated Imagery) por agencias, marcas, ilustradores y artistas 3D que conocen perfectamente las tendencias y el mercado actual y han ido un paso más allá de lo que conocíamos hasta ahora. De esta manera, crean perfiles en redes sociales como si se tratase de personas reales normales y corrientes con una historia detrás y con personalidad propia-y es que el story telling cobra una gran importancia en este aspecto para dar credibilidad y humanidad a los influencers-, pero en realidad son marcas que buscan influenciar y captar seguidores.
Lo más curioso de esta tendencia, que nació alrededor del año 2016 dentro de la industria de la moda en Londres y Tokio, es que las cuentas de estos influencers virtuales muestran no solo las marcas o productos que quieren publicitar, sino una vida real en la que reflejan sus relaciones sociales, ideas políticas, opiniones, emociones e incluso apoyan y denuncian causas sociales.
Si todavía piensas que parece que estamos hablando de una película de ciencia ficción, que se lo digan a una de las influencers virtuales más famosas del mundo como es @lilmiquela que vive en Los Ángeles y llevó a cabo una fuerte campaña para animar a los estadounidenses a votar en las pasadas elecciones; o a @shudu.gram considerada la primera supermodelo virtual que existe en el mundo y que ha aparecido en revistas como Vogue y GQ; o a @blauwko que colabora con grandes marcas internacionales y es amigo de @lilmiquela
Por Mercedes Ulloa, consultora de Estudio de Comunicación.