Protocolo, protocolo, protocolo…

No fue un familiar sino Edward Young, el secretario privado de la reina Isabel II, el primero en transmitir la noticia del fallecimiento de la monarca el pasado 8 de septiembre tras siete décadas al frente de la corona británica 

Cuarenta y ocho horas antes la primera ministra Liz Truss había jurado el cargo ante la Reina y fue la segunda en enterarse, escuchando: “London Bridge is Down» (El puente de Londres ha caído) ¡Vaya noticia para empezar una trayectoria profesional de tanta altura y responsabilidad…! A continuación del anuncio se pusieron en marcha una cascada de Planes -que, a día de hoy, aún parecen interminables- con nombres creativos y sugerentes: La Operación Unicornio, la Overstudy, la Puente de Londres…  

Todas ellas conllevaban un rosario de protocolos para recoger de forma exhaustiva los pasos a seguir en las horas y días posteriores al fallecimiento de la Reina: trámites, puestas en escena, información a ministerios, organismos de gobiernos, parlamentos; suspenso de la actividad en Wetsminster, control de las cuentas oficiales de Twitter, Facebook e Instagram. La web del Gobierno de Reino Unido mostró un ‘banner’ superior negro, y el de la familia real se puso de luto también confirmando la muerte de la ‘reina eterna’ que, como no podía ser de otra manera, no lo fue por mucho que su país se empeñara en que así fuera. Su funeral está fijado para el 19 de septiembre y aunque ya el rey Carlos III ha sido proclamado como tal, los actos seguirán siendo numerosos y prolijos hasta no se sabe cuándo. Para conseguir este alargamiento en el tiempo, en el interés, en la creación de sentimientos y ovaciones -lo que viene siendo una elevación del perfil, un enorme aumento de la notoriedad y, por tanto, del posicionamiento del país y de su visibilidad a nivel mundial- está teniendo mucho que ver la comunicación y, sobre todo, el protocolo… derivado de una excelsa y rigurosa planificación y previsión, además de una correcta ejecución. ¿Imaginamos una situación como ésta con el enorme alcance internacional que genera sin tenerlo preparado? Este es siempre el trabajo que da mejor resultado en materia de Comunicación: el de la planificación. El ejemplo extremo de la muerte de la Reina más famosa del mundo sirve hoy para demostrar y poner en valor el trabajo de protocolo, y la necesidad de una planificación adecuada para tener éxito. 

 

Por Victoria Magro Galán, Directora de Desarrollo Corporativo en Estudio de Comunicación

@VictoriaMagro

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