Pedir perdón
El «Caso Nadia», los periodistas, el desuso de la gratitud y de pedir perdón en la órbita de los Medios de Comunicación.
El «Caso Nadia», los periodistas, el desuso de la gratitud y de pedir perdón en la órbita de los Medios de Comunicación.
Leo en la web de ABC: “Piqué critica con dureza la labor de algunos medios deportivos”. Ya está, pienso, otra vez se ha metido en un charco el jugador del FC Barcelona, pero la realidad es que dice algunas cosas que merecen una reflexión.
El director de El País, Antonio Caño, aprovechó su presencia hace unos días en la Feria del Libro de Guadalajara (México) para reivindicar el papel del periodismo en los tiempos actuales.
En Estados Unidos, los ingresos publicitarios de los medios digitales durante la primera mitad de 2016 han alcanzado la cantidad más alta de la historia -32.700 millones de dólares- lo que ha supuesto un incremento del 19% respecto al mismo periodo de 2015.
O lo que es lo mismo: la gente en España cada vez se informa más vía redes sociales y ‘smartphones’ y, además, quiere hacerlo gratis.
Támar Salazar, consultora sénior de Estudio de Comunicación escribe en el Periódico de la Publicidad sobre los «siete pecados capitales» que deben evitar llevar a cabo las empresas a la hora de establecer relaciones con los Medios de Comunicación.
En la comunicación empresarial, las relaciones con los periodistas resultan determinantes a la hora de cumplir con éxito los objetivos marcados. No hay una fórmula exacta que haya que seguir.
Jesús Ortiz, consultor sénior en Estudio de Comunicación escribe «#Periodismo: ¿Alguien sabe qué hacer?» en Diario Abierto, en el que plantea la posibilidad de que los Medios dejen de financiarse con la publicidad y lo que eso podría suponer.
La gente no lee. Los jóvenes menos aún. Y ya si se trata de Internet, olvídate. Esta idea comúnmente aceptada a la hora de afrontar estrategias de comunicación en las Redes Sociales parece que se tambalea a la luz de un estudio publicado por el estadounidense Pew Research Center.
Renovarse o morir. Adaptarse a los constantes cambios. ¿Quién se ha llevado mi queso? Son los tiempos que corren o, ya en su versión más cruda, es lo que toca, son algunas de las frases tópicas que todos hemos oído en alguna ocasión en relación a la necesidad de seguir en la brecha, el candelero o, si lo prefieren, al pie del cañón en lo que a vida laboral se refiere.