Descanse en paz, R.I.P., la organización que no sepa comunicarse, en general. Y en pleno siglo XXI, la que no sepa hablar con sus públicos. Eso es lo que mantiene Charlene Li, fundadora de Altimeter Group y experta en redes sociales. El País, en su sección dominical Negocios, publicó una entrevista con esta “gurú” bajo el sugestivo -al menos para mí- titular de “La empresa que no dialogue con sus clientes morirá”.
Quienes hemos seguido la trayectoria de Charlene Li tenemos que reconocer que fue una de las primeras personas de este globalizado mundo en apostar por la importancia de las redes como herramienta de comunicación. Y aunque es verdad que sus dictámenes se mueven más bien en el entorno de la comunicación dirigida al marketing, no es menos cierto que quienes la escuchan pueden también utilizar sus análisis en favor de la comunicación corporativa, aunque algunos haya que “girarlos” un poco.
Alguna vez hemos hablado aquí de la importancia de la comunicación interna para proyectar una imagen adecuada en las redes sociales. Pues fíjense en lo que dice Charlene: “Hay que dar a los empleados las herramientas para manejar las redes, pero lo más importante es que sientan pasión por la relaciones con el cliente. La pasión no se enseña”. Parece lo mismo que decía yo al principio del párrafo, pero es una frase que conviene desmenuzar. Porque lo que hay que ofrecer a los públicos internos de una empresa o una institución no son “herramientas”, sino argumentos (y verdades) para que sientan orgullo de pertenencia. Y será ese orgullo, conveniente y constantemente incentivado, el que lleve a la “pasión” por la organización, no sólo por “vender” lo que sea a los posibles clientes.
Estando, también, de acuerdo con que “la pasión no se enseña”, simplemente porque es algo que se siente o no, la misión de la comunicación interna es ‘mostrar’ para ayudar a ‘comprender’ y, como dice mi jefe, “tocarla otra vez, Sam” (como en Casablanca) para lograr que trabajador y empresa se acaben identificando. Y, por cierto, con sensata identificación y buen conocimiento, a mí me sobra la pasión.