El pasado mes de septiembre se cumplió el 70 aniversario de la Segunda Guerra Mundial. Un episodio que está lleno de pequeñas historias como la de Shoichi Yokoi. Shoichi Yokoi fue un soldado que luchó en esta guerra en el ejército japonés. Se hizo famoso porque permaneció 28 años en el destacamento al que había sido destinado por sus superiores sin conocer que la guerra había terminado. Durante ese tiempo vivió en la selva de Guam protegiéndose de un enemigo que ya no existía, primero con un grupo de compañeros, luego, cuando todos ellos murieron, él sólo. Sus superiores jamás le transmitieron la noticia de que todo había acabado. Y así, a pesar de que su país había claudicado ante los aliados, jamás se rindió. Sólo pasados los años pudo conocer, a través de un grupo de cazadores que se encontraron con él, que ya no había guerra por la que luchar.
Traigo a colación la historia de Shoichi Yokoi para exponer lo importante que puede llegar a ser la comunicación interna en el seno de una organización. Se trata, sin duda, de un caso extremo. Es muy probable que el final, y la pérdida, de la guerra en condiciones muy trágicas, acabara con todas las estructuras del ejército japonés y que eso provocara que nadie se acordara de aquel grupo de soldados que mandaron a la isla de Guam. Esta anécdota bélica nos sirve como ejemplo de la importancia que tiene la comunicación interna y el establecimiento de adecuadas herramientas para la organización y para informar a cada uno de los miembros que forman parte de ella. Mucho más cuando se producen situaciones de crisis.
Las empresas han de ser capaces de establecer mecanismos y estrategias que les permitan mantener informados a todos los miembros de la organización y conseguir que se sientan integrados en ella y partícipes de todo lo que ella lleva a cabo. Resulta imprescindible que en situaciones de crisis se tenga también en el diseño de las estrategias a los públicos internos. No sólo porque ellos pueden convertirse en portavoces no-oficiales de la compañía, sino porque ellos también pueden estar concernidos en lo que la crisis puede suponer para la organización. No hay más que ver como la vida de Shoichi Yokoi se vio condicionada por la falta de información.
Por Gerardo Miguel, Consultor Sénior de Estudio de Comunicación. España
@GerardoMiguelb