Suena bien, pero ¿qué es realmente ser una organización «Human-Centric»? Me temo que tras leer Future of Work de Deloitte , y por decirlo en positivo, nos queda margen de mejora para hablar de empresas verdaderamente «Human Centric». Según el análisis de Deloitte, «el futuro del trabajo depende de comprender cómo trabajan mejor los seres humanos y diseñar los trabajos para alinearlos«. Esto conlleva pasar de un enfoque puramente tecnológico a otro en el que la tecnología respalde a la persona para alcanzar dos objetivos: hacer que el trabajo sea mejor para las persona y que las personas se adecuen mejor a los trabajos.
A la vista de lo anterior, parece que por activa o por pasiva, nos lo jugamos todo a la carta de la tecnología, cuando en realidad debería ser una herramienta. Una herramienta al servicio de la gestión y también de la comunicación, tanto interna como externa. No obstante, no se pueden dejar de lado otros aspectos como: la adaptación de los entornos laborales; una cierta flexibilidad; el desarrollo de carreras profesionales o la armonización de la convivencia de generaciones diametralmente diferentes por cuestión de edad: ni mejores, ni peores, simplemente diferentes.
Pero, y si las cosas no funcionan ¿es solo responsabilidad de la empresa? No lo creo. Cuando una organización no cumple con las expectativas de las personas que trabajan en ella, debe ponerse en marcha un trabajo de comunicación de doble dirección. Por una parte, hay que averiguar lo qué no funciona y buscar posibles soluciones. Pero para que esto se pueda llevar a cabo debe existir el compromiso de las personas, quienes deben, desde la sinceridad y honestidad, señalar sus necesidades. Y en el caso de no ser atendidas tratar de entender las razones. No todos los modelos empresariales se adaptan a cada uno de nosotros. No hay puestos a la medida de todos los requerimientos. Pero sí deben existir mecanismos de comunicación interna capaces de identificar posibles puntos de fricción y de comunicar qué se espera de cada uno de nosotros y también qué expectativas vamos a ver cumplidas o no.
Comunicación, diálogo y transparencia son algunos de los aspectos que podrían hacer de nuestras empresas «Human-Centric».
Por Juana Pulido, socia en Estudio de Comunicación