Me sale del corazón o de las tripas, que dicen que es donde realmente está el centro de nuestra energía, ponerme a escribir sobre esto de la Comunicación online, la Web 2.0, las redes sociales, los perfiles, etcétera, etcétera.
Estamos ya, sin remedio, rodeados por estas herramientas de Comunicación y no pasa un solo día sin que se hable de ellas en los Medios de Comunicación, foros personales y profesionales.
Sabemos porque los datos así lo avalan, que la lectura de los periódicos cae, que la publicidad en prensa cae, y que, sin embargo, se mantiene la inversión en publicidad en Internet y que, cada día, son más los que acceden a las noticias a través de los diarios digitales.
Por otra parte, hemos asistido a una de las primeras reuniones ministeriales “radiada” a través de Twitter. Ya no hubo que esperar a la posterior rueda de prensa, nota de prensa o “filtraciones” habituales para saber lo que allí había ocurrido. Perdón, estaba ocurriendo.
Los soportes en los que nos movemos los profesionales de la comunicación están cambiando tan rápido que mientras que algunos hablan de la Web 2.0, otros ya están instalados en la Web 3.0. ¿Alguien se acuerda de cuando las notas de prensa con diapositiva incluida eran enviadas por mensajero y por correo “postal”? Apenas tenemos tiempo de ponernos al día en las nuevas herramientas, soportes, técnicas y estrategias que conviene utilizar para adaptarnos a la evolución de las tecnologías, siempre en constante evolución.