Elon Musk, presidente ejecutivo de Tesla, empresa pionera en el diseño y la fabricación de coches eléctricos y una de las grandes tecnológicas que cotiza en el Nasdaq, ha lanzado recientemente una encuesta en Twitter en la que preguntaba a sus seguidores (cuenta con 63 millones) si querían o no que vendiera parte de las acciones que tiene de su compañía. La medida era la particular respuesta de este empresario a la propuesta para gravar las acciones y otros activos de los multimillonarios presentada por el partido demócrata en el Senado norteamericano tras criticar que estos eluden el pago de impuestos.
Sorprendentemente (o no) han participado tres millones y medio de personas en esta encuesta. Y el 54% ha respondido que sí. Los usuarios de Twitter le han dicho a uno de los hombres más ricos del planeta lo que debe hacer con su patrimonio inversor. Le han pedido que venda. Y todo apunta a que es lo que está haciendo Elon Musk poco a poco. Esto implicaría que unos 21.000 millones de dólares en acciones de Tesla se han puesto a la venta lo que, a su vez, provocaría cambios significativos en el mercado.
Con su iniciativa Musk ha provocado, a su vez, todo otro debate en las redes sobre si empresarios tan exitosos como él deberían pagar más o menos impuestos. Unos lo defienden y plantean que se les debería facilitar al máximo su actividad dada su eficiencia y capacidad de generación de riqueza. Otros, detractores, creen que deben rendir mayores cuentas al Estado.
¿Se trata de una decisión un tanto rocambolesca e impulsiva de este brillante hombre de negocios o de toda una elaborada y creativa campaña de marketing?
Probablemente nunca lo sepamos, pero suena a tuit (con encuesta incluida) improvisado. Lo cierto es que, como muchas otras de las “ocurrencias” en esta red social, no ha dejado indiferente a nadie. Hay que tener en cuenta que Musk es uno de los líderes empresariales más populares y es que contar con más de 60 millones de seguidores no está al alcance de muchos en este terreno.
En todo caso, lo llamativo es el gran alcance y versatilidad de esta red que ha dado unos instrumentos impensables de comunicación con nuestras audiencias; de participación del debate social y que, además, crea y moldea la realidad. Es por esto que es conveniente siempre darle un sentido, una estrategia y un por qué claro a cada uno de nuestros tuits. Y otorgar especial relevancia y cuidado a las encuestas. Su uso debe estar absolutamente justificado en tanto que el resultado puede no siempre ser el que más “nos convenga”.
Por Cecilia Díaz, consultora Sénior de Estudio de Comunicación
