"El periodismo es una etapa terminada para mí: hice la mili, pero no volveré a ser soldado" (La Nueva España)
Ladislao de Arriba Azcona, «Lalo Azcona» (Oviedo, 1951), es hombre de éxito en los dos mundos en los que ha vivido, el periodismo y la empresa. Hace tres décadas fue la imagen del cambio de la televisión única, con algo tan sencillo como el botón suelto del cuello de la camisa y mucha soltura frente a los bustos parlantes que poblaban el medio. Ahora se abrocha el último botón y las canas han acabado con aquel aire juvenil, aunque conserva las dotes de eso que llaman comunicador, sonrisa y verbo arrollador, para hablar sobre su trayectoria empresarial, iniciada en los prodigiosos años ochenta del siglo pasado para convertirse en una de las grandes fortunas del país. Colecciona arte y matrimonios. Esta semana regresó a su ciudad natal para hablar en el Paraninfo de la Universidad de comunicación empresarial, la conjunción de sus mundos, en la tercera edición del máster de Dirección de Comunicación y Nuevas Tecnologías, con el que colabora LA NUEVA ESPAÑA.