Fundación SERES: Medir los valores
«Lo que no se puede medir no existe». Es una máxima que muchos empresarios aplican a rajatabla cuando de gestionar se trata. Por eso, incorporar el compromiso social al mundo de la empresa no ha sido tarea fácil.
«Lo que no se puede medir no existe». Es una máxima que muchos empresarios aplican a rajatabla cuando de gestionar se trata. Por eso, incorporar el compromiso social al mundo de la empresa no ha sido tarea fácil.
Desde 2005 la Unesco celebra el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual. La propia fecha de inicio de esta celebración pone de manifiesto el retraso con el que personas y gobiernos han reaccionado al deterioro irreversible de una buena parte de la producción cultural y documental.
Vivimos en una sociedad que quiere soluciones rápidas y, lamentablemente, lo bueno, como el jamón de pata negra, suele tardar cinco años en curarse.
“Una ciudad sin, al menos, dos periódicos es una ciudad sin debate político” afirma el profesor de la Universidad de Navarra Alfonso Sánchez Tabernero, coautor del libro “La Ruta del cambio”.
“¡Eso son mariconadas! Concéntrense ustedes en la comunicación de producto, en vender, que es lo que nos interesa y lo que genera valor. Lo demás no es importante”. Esta frase, casi textual con permiso de mi memoria, me la decía un empresario español, hace más de veinte años.
El titular podría ser el pie de la viñeta de Forges, publicada en El País, que abre este artículo. Esta escena en la prisión de su imaginario Coolcity, tiene que ver mucho con el mundo de la Comunicación empresarial y la publicidad sobre todo.