Una ovejita, dos ovejitas… zzzz…
¡Tiene una voz tan aburrida…!». No es una frase menor, se diga de quien se diga, pero cuando va dirigida a un personaje público, es «demoledora. Son muchos los que se ocupan de lo que dicen y pocos los que prestan atención a cómo lo dicen. Sin embargo, lo primero que percibe cualquier auditorio es […]