Comunicación y blockchain
Hoy la revolución tecnológica se llama Blockchain o cadena de bloques. Una tecnología cuyas aplicaciones influyen en un enorme número de sectores, entre ellos, el de la Comunicación.
Hoy la revolución tecnológica se llama Blockchain o cadena de bloques. Una tecnología cuyas aplicaciones influyen en un enorme número de sectores, entre ellos, el de la Comunicación.
Comenzamos el mes de septiembre y se activan de nuevo todos los planes, cambios e ideas que habíamos dejado a medio terminar encima de la mesa.
El CEO tiene la obligación de implicarse en la reputación empresarial de su compañía y una gran parte de esta reputación viene de la mano de una política de comunicación adecuada y transparente.
El gasto en publicidad de los anunciantes no acaba de arrancar, pese a que todos los indicadores confirman el mejor momento económico que atraviesa la economía y los medios de comunicación no pueden ser ajenos a esta tendencia.
Las redes sociales son una realidad cada día más extendida, de ello no existe duda alguna. La implantación de las nuevas plataformas digitales en la sociedad de nuestro país es un hecho evidente. Programas de televisión, comercios, transporte público, son parte de la nueva realidad virtual en la que nos trabajamos, hacemos negocios, compramos o simplemente nos comunicamos con nuestros conocidos.
El grave problema que supone la proliferación de noticias falsas, o fake news, en la web comienza a representar un serio problema, no solo para los usuarios, sino para el conjunto de las sociedades occidentales.
Si todos los indicadores macroeconómicos apuntan al buen momento de la economía Española, este hecho no parece regir en el mundo editorial de nuestro país. Y es que la crisis se acentúa cada vez más entre los grandes grupos periodísticos que ven como año a año empeoran sus cifras de negocio.
La incursión de las nuevas tecnologías digitales no sólo están teniendo una gran repercusión en el sector de medios de Comunicación, en el que se está produciendo un cambio radical que ha puesto en jaque a las formas tradicionales de información como son todos los Medios basados en el soporte papel, como periódicos o revistas.
La proliferación y el gran número de noticias falsas o inexactas en Internet preocupa, y mucho, a los directivos de las compañías españolas. Las estrategias de los departamentos de Comunicación se centran en intentar frenar su difusión lo antes posible para que el daño reputacional no sea excesivo.
Malas noticias para la prensa. El OJD del pasado mes de marzo ha dado una vuelta más de tuerca a la ya pésima situación de los medios escritos de nuestro país.