Renovarse o morir
En estas últimas décadas, la publicidad se ha enriquecido con nuevas alternativas al tradicional plan de medios que incluía radio, prensa, televisión y exterior.
En estas últimas décadas, la publicidad se ha enriquecido con nuevas alternativas al tradicional plan de medios que incluía radio, prensa, televisión y exterior.
Entre las personas que nos dedicamos a este noble y viejo oficio que tiene que ver con el arte de juntar letras para comunicar algo a alguien, se acuñó, desde la irrupción de Internet, la frase ‘corta y pega’.
Lo escrito en el titular es una de esas frases habituales que suelen decirse cuando uno recibe un obsequio, obviamente dirigida a quien lo hace. Es un reconocimiento inmediato del agrado que nos produce eso que nos dicen.
Lo escrito en el titular es una de esas frases habituales que suelen decirse cuando uno recibe un obsequio, obviamente dirigida a quien lo hace. Es un reconocimiento inmediato del agrado que nos produce eso que nos dicen.
Matt Jones es un ingeniero de Facebook cuyo trabajo consiste en librar a los usuarios de contenido malicioso. Hace poco, por error, identificó como spammer al servicio de imágenes Imgur.
Podemos adjudicarle muchas etiquetas a la red de microblogging: vía de información, de reflexión, de compartir sensaciones o planes… Hasta hay quien ha encontrado la fórmula para filosofar en 160 caracteres -¡o menos!-.
Verbo, añado, en dos de sus acepciones: sonido que expresa una idea y parte de la gramática “que puede tener variación de persona, número, tiempo, modo y aspecto”. La reflexión nos la sugiere Alex Grijelmo.
El Twitter de Banca Cívica, @BancaCivica, dijo adiós a sus seguidores el 3 de agosto. No se despidió a la francesa, nos avisó con antelación y nos dejó un sustituto, @laCaixaResponde, que le da el relevo tras la integración de ambos bancos.
España es noticia en los medios internacionales. ¿Por la prima de riego? No. ¿Por los EREs falsos? No. ¿Por la partida libertaria que recorre Andalucía? Tampoco. ¿Por el récord del turismo? Ni mucho menos.
Lo que para la inmensa mayoría es la resaca de los juegos olímpicos, para un selecto grupo de deportistas constituye el pistoletazo de salida de su verdadera carrera personal en la que quien gana se lleva la plata, o sea la pasta, el vil parné.