El honor perdido
Aprovechando el calor del verano y la sombra de un árbol, he leído el libro «El honor perdido de Katharina Blum», del Premio Nobel 1972, Heinrich Böll (Seix Barral, marzo 2007).
Aprovechando el calor del verano y la sombra de un árbol, he leído el libro «El honor perdido de Katharina Blum», del Premio Nobel 1972, Heinrich Böll (Seix Barral, marzo 2007).
Puede sonar a Perogrullo que la lengua es uno de los instrumentos esenciales para manejar de una manera adecuada la comunicación, con permiso claro está de la no verbal, pero lo que está claro es que en España se carece de rigor a la hora de enseñar…
Las empresas son pura comunicación. Se generan diálogos y flujos de información constantes.
Me gustaría hablar de una herramienta de comunicación con la que nos estamos familiarizando en los últimos tiempos: el fenómeno de la carta abierta.
En estas últimas décadas, la publicidad se ha enriquecido con nuevas alternativas al tradicional plan de medios que incluía radio, prensa, televisión y exterior.
Entre las personas que nos dedicamos a este noble y viejo oficio que tiene que ver con el arte de juntar letras para comunicar algo a alguien, se acuñó, desde la irrupción de Internet, la frase ‘corta y pega’.
Lo escrito en el titular es una de esas frases habituales que suelen decirse cuando uno recibe un obsequio, obviamente dirigida a quien lo hace. Es un reconocimiento inmediato del agrado que nos produce eso que nos dicen.
Lo escrito en el titular es una de esas frases habituales que suelen decirse cuando uno recibe un obsequio, obviamente dirigida a quien lo hace. Es un reconocimiento inmediato del agrado que nos produce eso que nos dicen.
“Besadme el culo”. Esa fue la guinda de las torpezas y exabruptos con las que finalizaba el pasado 1 de agosto la gira internacional del candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney y que le han granjeado enemistades.
La verdad es que empezar el primer día de trabajo después del veranito con noticias como la publicada por la Asociación Española de Editores de Diarios Españoles (AEDE) no es que sea lo que más me guste. Pero que la publicidad de los suplementos dominicales de los periódicos españoles haya caído un 30% .