¿Es el neuromárketing una opción ética de comunicación?
El neuromárketing permitiría mejorar las técnicas y recursos publicitarios y de comunicación para ayudar a comprender la relación entre la mente y la conducta de nuestro público objetivo.
El neuromárketing permitiría mejorar las técnicas y recursos publicitarios y de comunicación para ayudar a comprender la relación entre la mente y la conducta de nuestro público objetivo.
En publicidad hemos avanzado mucho en la personalización de mensajes a través de herramientas de internet.
La cara A consigue más del 90% de los clicks en Internet, la cara B es la responsable de menos del 10% de ellos.
A los que nos dedicamos a la comunicación, nos fascina lo que puede conseguir una buena campaña de marketing. Una idea genial en la era de Internet se multiplica, exagerando un poco, hasta el infinito.
Como Twitter, todas las empresas deberían tener presentes los intereses, necesidades y gustos de sus clientes y adaptar sus mensajes.
Según se desprende del índice de inversión publicitaria (i2P), los medios impresos han pasado de ingresar 2.000 millones en publicidad en 2007 a un poco más de 600 millones en 2013.
En Comunicación y publicidad, las compañías siempre tienen el reto de encontrar soportes en los que difundir su mensaje con eficacia.
Compartir la marca (el también llamado Brand Sharing) genera valor para la marca y para el usuario. Es una forma de involucrar a las personas y hacerles sentir la marca como propia, de personalizarla y humanizarla.
La pasada semana leíamos la última oleada del Estudio General de Medios correspondiente al periodo de febrero a noviembre.
Lo dice Pablo Alvarez, el Consejero Delegado de Vega Sicilia, la bodega española de mayor prestigio en el mundo en el País: “¿Sabe ese dicho español que dice ‘El buen paño en el arca se vende’? Pues es una chorrada».